En sus años al frente de la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el brasileño José Graziano da Silva solía decir que “en algún momento habría más obesidad que hambre” en el mundo y hoy ya tiene que precisar: “ya hay más” y eso “empeora la raza humana”.
En una entrevista con EFE en la Casa Encendida de Madrid, donde este martes presenta el libro ‘Josué de Castro y la Diplomacia del Hambre’, el ex ministro de Brasil de Seguridad Alimentaria y Combate al hambre apunta a los ultraprocesados como el gran culpable de que la obesidad hoy sea tan preocupante como el hambre.
Una obesidad que ya tienen “1,000 millones de personas en el mundo” -frente a los “735 millones de hambrientos”– y cuyas consecuencias son “generacionales”.
La obesidad tiene un impacto tan malo o peor (que el hambre), sobre todo en niños y mujeres en edad reproductiva, es para toda la vida, por generaciones, está comprobado que los hijos de los padres obesos acarrean esta tendencia, es un empeoramiento de la raza humana por el tipo de alimentación.
Un cambio en la alimentación de la población mundial que se “acrecentó durante la pandemia” cuando “no se podían acceder productos frescos en ferias o mercados” y en un periodo en el que los “productos procesados y sobre todo los ultraprocesados se volvieron mucho más baratos”, algo que unido a la subida inflacionaria de los productos frescos facilita el cambio de tendencia.